Razones que nunca comprenderemos

Nos pasamos día a día buscando razones, muchas veces creemos tener las respuestas, ilusamente no nos percatamos de que por más que busquemos no estamos rebuscando en el lugar indicado.

Pasamos los primeros años de nuestra vida estudiando el porque de las cosas, en especial en las materias de física, química, biología, etc.

Intentando descubrir la magia que hay en una semilla que al ser sembrada germina de tal manera que aún estando escondida en lo más profunda de la tierra encuentra la luz y crece, convirtiéndose en ocasiones no sólo en un enorme árbol sino que también trae consigo y con el tiempo frutos.

Intentando descubrir la razón del esplendor y la maravilla de las flores, el porque salen hojitas verdes, el porque de ese hermoso color.

Buscando el porque llueve, porque sale el arco iris….entre tantas cosas. Sin darnos cuenta que podremos encontrar razones probablemente lógicas pero nunca la verdadera. Pués solo la encontraremos cuando tengamos la madurez suficiente para comprender que todo esto es maravilla de Dios.

Que por más que busquemos razones, esta es incomprensible. Así como mucho juzgan las obras de Dios, la muerte y resurrección de su amado hijo Jesús, así como muchos dudan de sus magníficas apariciones, burlando esta verdad y opinando de que estas eran simples alucinaciones.

Es tan hermoso poder disfrutar del azul del cielo y del mar, del verde de las plantas y árboles, de los latentes colores del impetuoso arco iris, del color rojo de la sangre, del cambio de color del cielo entre el dia y la noche y de la paz que irradian las estrellas con su esplendor.

La maravilla de Dios es latente, solo tienes que entregarte a la tierra, pues eres parte de ella.

Dejarte llevar por la suave brisa, la refrescante llovizna que en estos dias nos visita, por los cálidos rayos del sol, pués a nosotros nos llega de una manera muy especial. Enamorarnos mientras miramos las estrellas y disfrutamos de la gran apasionante luna.

Vivir! Eso nos hace falta.

Vivir sin ataduras a las cosas que nosotros mismos creamos.

Disfrutar de tanta naturaleza que solo nos trae paz.

Sobre todo a nosotros que siempre decimos cuando estamos cansados, que necesitamos aislarnos a una playa, un río, un campo, sin darnos cuenta que al decir y hacer esto estamos expresando simplemente la necesidad de estar con Dios, en su amor.

1 comentario:

Laura E. dijo...

vivir... eso nos hace falta... Que gran verdad has dicho!!
Nos vemos inmersos en los porques sin darnos cuenta de que nos quita tiempo para disfrutar de la vida.
Bendiciones In!... buen post