Al final mi camino me lleva a tí

Como llovizna sobre mi rostro mientras tengo mis brazos abiertos, así es tu amor, gratificante y tierno a la vez, refrescante y dulce a la vez, levatándome de la pereza en la que me inundo a veces convirtiendose en arena movediza queriendome tragar, llenando de chispeante ideas esta cabecita que no puede estar sin hacer nada un momento, pués aún estando postrada a tus piés no me canso de susurrarte mis deseos inertes de florecer como flor nueva en mi propio jardín de la vida.

No me dejes, socórreme cuando me veas aturdida, envía tu llovizna, envía los pajaritos a la puerta de mi cocina y a mi balcón, haz que Sarah me abrace las piernas con su sonrisa picarona, permite que Grace llegue temprano y que con su abrazo rodee mi cuello, permite que Craig llegue cansado del cole y se me tire en el hombro del dolor, pero al final tráeme a mi esposito amado para refugiarme en sus brazos para ser aliento y más aún sentir que todo está en órden divino.

Hazme recordar que las arenas movedizas son como las piedras que encontramos en el camino con intención de desviarnos de tu hermosa presencia, de nuestro destino al final eres tú.