Como la mantequilla


Hoy este espacio se ha quedado sin música de fondo.
Hoy este espacio sólo tiene una canción,
sale de lo más profundo de mi alma,
ella me ha inspirado hoy, me ha vuelto sensual,
me ha adentrado a lo más profundo de mi ser.

Es que me recuerda a tí, como te conocí,
como te metiste en mi vida, igual que la mantequilla,
entraste a mi vida cuando sentido ya no tenía,
como la luna alumbrandome suavemente.

Haciéndome tuya!

Asi te tuve diario, cerca de mí, insistentemente,
me fuiste enamorando, envolviéndome en tí,
haciendo cada sueño realidad.

Haciéndome tuya!

Y nadie creía que este amor tuviera frutos,
que fuéramos hechos el uno al otro.
Y mira hoy soy locamente feliz.
Y te miro, y me derrito
Y me sonríes y me vuelvo niña.

Mojaste las partes más áridas de mi vida
me ahogaste de esperanzas
llenándo de dulces y colores mi corazón.

Y hoy tras 9 años de haberte visto la primera vez,
y ya transcurrido 8 años desde aquella primera vez
que nuestros labios se cruzarón y
que nuestras manos se juntarón,
recuerdo vivo que alimenta mis sentidos,
Te amo!

Soy feliz, plenamente feliz,
y me aferro a tu amor, a tus brazos, a tus labios,
y me aferro a la felicidad de este gran amor
entre dos almas sepultadas en estos cuerpos
que en su momento dejaremos.

Y me salen alas, y cierro los ojos, y
desde ahí donde estés me siento amada,
siento tu amor, como si fueran pequeñas
partículas de aire.

Y te amo, y me amas,
y vivo llena de placer, y duermo y me despierto,
para esperarte
con los brazos abiertos en nuestro hogar.

No comparto el día de San Valentín,
pués no tenemos que esperar un día
en específico para demostrarnos mutuamente
cuanto nos amamos, pero al escuchar esta
canción simplemente me indundé de tí.

Canción: Amor del bueno
Autor : Reily Barba

Gracias señor



No sólo en mis momentos difíciles te busco,
mis deseos de buscarte aumentan cuando tu obras en mí,
cuando escuchas mi oración
y me llenas de tu amor.

Mi alma te alaba! Oh mi Dios!
Bendito y alabado seas mi señor!

Gracias señor por demostrarme cuanto me amas
sigue obrando en mí, yo te seguiré siempre
haz en mi tu santa voluntad.

Gracias señor!!

Aderezo de tus labios



Con que aderezaste tus labios?
Que se me hizo tan dulce el despertar!

Que hacer o no hacer?


Esto me pasó a mi hace poco. He recibido esta publicación, y a la verdad que me he identificado mucho con ella, es de mucha sabiduría, y sé que muchos se han encontrado tambien en una situación igual o parecida a esta.

Con cariño para Ustedes.

“Nunca sopla viento favorable para el marino que no sabe en que puerto echar anclas.”
Proverbio americano

Uno de los asuntos que más llega a nuestro buzón de correos es la pregunta ¿Qué hago con mi vida? Estoy en una encrucijada, no se que hacer y si lo debo hacer. Están con indecisiones, no quieren tomar decisiones por temor a equivocarse, a fracasar. Razones tiene el proverbio mencionado arriba. Hay un relato árabe:

“Cuentan que aquella noche era especialmente fría en el desierto. Abdalá montó su pequeña tienda de campaña, tan pequeña que apenas cabía él acostado. Se despidió de su camello, llamado “Indecisión”, acariciándole la cabeza, pero dejándolo fuera, y se dispuso a pasar una noche tranquila y reparadora.

Apenas había conciliado el sueño cuando el camello lo llamó con voz suave, pero insistente. “Déjame meter la nariz en tu tienda, hace mucho frío y la tengo completamente helada…” Abdalá, que era un hombre bueno, accedió a la petición.

Pero ocurrió que en cuanto se durmió profundamente, el camello empujó un poco y metió la cabeza completa. Como la tienda era tan pequeña, al hacer esto topó con la cabeza del hombre y lo corrió hasta que éste sacó los pies por el otro extremo. Abdalá protestó, pero “Indecisión” le hizo ver que eso no era en realidad gran cosa. Pasó poco tiempo para el camello metiera los hombros y empujara a su patrón afuera, hasta las rodillas. Para hacer el cuento corto, “Indecisión” siguió introduciéndose en la tienda, llenándola por completo y sacando a Abdalá por el otro extremo, hasta que finalmente quedó completamente fuera.”

¿Le suena esto conocido? ¿No le ha ocurrido alguna vez que al dejar entrar un poco de indecisión ésta lo llenó todo, sacándolo de las cosas buenas de la vida? La indecisión no es buena para nada, la indecisión es el obstáculo que te impide alcanzar ese resultado extraordinario en la vida, en tu matrimonio, en tus finanzas, en tu carrera o en tu ministerio. Debes tomar decisiones.

Día a día las personas enfrentamos el desafío de tomar decisiones y es que la vida es un asunto de decisión. Nos preguntamos: ¿Qué carrera voy a estudiar? ¿Con quién me casaré? ¿Me conviene esta persona? ¿Cuántos hijos tendré? ¿Dónde viviré? ¿Cómo viviré? ¿Cómo pagaré esta deuda? Entre otras preguntas que nos hacemos, es un hecho que todos los días tenemos que tomar decisiones, pero no nos gusta tomarla y esperamos que alguien decida por nosotros. Es tiempo de hacer decisiones, no temas.

La Biblia enseña en el Salmo 32:8: “Tú me dijiste: “Yo te voy a instruir; te voy a enseñar cómo debes portarte. Voy a darte buenos consejos y a cuidar siempre de ti.”

Las decisiones que tomamos hoy afectarán nuestro rumbo mañana., lo que decidamos hoy no solo impactará nuestro futuro, sino también el de otras personas y todo lo que nos rodea. Tomar buenas decisiones dependerá de los valores que hemos incorporado en nuestra vida. Una carrera, un matrimonio, el estilo de vida que deseo o aun cosas sencillas como qué comeré o cómo me vestiré serán decisiones que tomaré por los valores que poseo. La mayoría de las decisiones no son tomadas en una sola vez. Las decisiones toman tiempo para ser completadas, por ello es importante que aprendas a escuchar a Dios.

Sófocles decía: Las decisiones rápidas son decisiones inseguras. Deje ya de decidir a la ligera y aprenda a hacer buenas decisiones. No siga el camino que le lleva atrás, marche hacia adelante sabiendo y tomando decisiones de manera personal. Quiero compartir contigo algunas ideas que te ayudarán a tomar buenas decisiones:

1. Se lo más PRECISO posible. ¿Qué es lo quieres lograr? Examina y encuentra cuáles son las cuestiones importantes y cuáles no. ¿Qué dice la Biblia respecto a ese asunto?

2. Busque soluciones. Vea todas las POSIBILIDADES existentes en relación con la cuestión que hemos de resolver. ¿Qué es sabio hacer? ¿Qué haría JESUS?

3. ELIGE la solución que más convenga para lograr el resultado que busca. Nunca tomes una decisión basada en una emoción o en un sentimiento. ¿Lo qué decido agrada a Dios?

4. PON EN MARCHA la decisión. No tema al fracaso, este dispuesto a aprender de sus errores, pero decida.

5. EVALUE cómo le está yendo, para rectificar en caso de que los resultados no hayan sido los esperados.

¿Tiene dificultad para hacer decisiones? Dios te ayudará, confía en El. La Biblia enseña en Santiago 1:5, “Si a alguno de ustedes le falta sabiduría, pídasela a Dios, y él se la dará, pues Dios da a todos generosamente sin menospreciar a nadie”.

Recuerda antes de decidir ten presente que es tu decisión, nadie debe decidir por ti. Que puedes hacer lo que quieras, pero lo tienes que hacer tú, y hoy porque el mañana aun no llega, no postergues o no esperes a decidir después. La mejor decisión que puedes hacer hoy es adquirir sabiduría. Hoy tu puedes elegir la persona quien te gustaría ser, la vida que quieres vivir. La decisión es tuya.

“La mejor decisión que podemos tomar es la correcta, la segunda mejor es la incorrecta, y la peor de todas es ninguna.” Theodore Roosevelt


Fuente: Renuevo de plenitud

Hermana Glenda


Una mujer tan pequeña con una voz tan dulce. Nace el 5 de Enero de 1971 en el Parral, cerca del mar en Chile. Glenda pasó toda su vida no muy lejos de allí, en Linares, donde hizo sus estudios, un tiempo en un colegio religioso y la mayor parte en institutos públicos.

Su madre, profesora de matemáticas, era católica practicante.
Su padre, profesor también, en un liceo técnico, no sólo no era creyente, sino que se opuso desde siempre a la fe, al punto que Glenda fue bautizada recién a los 4 años.
Ella recibió una primera llamada a la fe a los 14 años, cuando aún estaba en el Liceo. En su propio curso sólo había un par de niñas católicas; el resto eran de otras religiones y muchos, agnósticos.

Desde muy pequeña Glenda fue iniciada en la búsqueda de la verdad.
Su padre, un libre pensador, siempre la inducía a conocer otras religiones, otros sistemas de pensamiento, otras filosofías.
Glenda, que siempre fue muy aficionada a la música, comenzaba a componer canciones de amor a su primer novio («sólo tuve tres: dos transitorios y uno 'verdadero'» nos cuenta muerta de risa).

Poco a poco se va acercando a Dios a través de la música religiosa, ya que cantaba en la misa dominical de la Catedral de su ciudad.
Glenda cuenta que, poco a poco, iba entendiendo lo que iba cantando.
Se quedaba mirando la cruz después de misa y le preguntaba al Señor: ¿es verdad que has muerto por mi?, ¿qué sentido tiene la vida?, ¿por qué …?

En un festival diocesano de la canción, le regalan como premio una Biblia.
Era tal el deseo de conocer a Dios que cuenta que se la leyó entera, del Génesis al Apocalipsis, en 1 año.
Pero al llegar a un pasaje del Evangelio de Juan, en el capítulo 3, versículo 16, Glenda no pudo seguir leyendo más. Dice que tuvo la primera experiencia de Dios. Se le abrió la mente y el corazón al leer: "Porque de tal manera amó Dios al mundo que dio a su hijo unigénito para que todo aquel que él crea, no se pierda, sino que tenga vida eterna". Después de esa primera experiencia cristiana, vino su experiencia Apostólica. Así se pone a trabajar en la cárcel de mujeres. Era tan pequeña que no la querían dejar entrar, pero ella insiste: "algo puedo hacer… aunque sea jugar al ping-pong con las reclusas" (de 14 a 60 años). Glenda necesitaba comunicar su experiencia de Dios: «¡Por qué yo experimento el amor que Dios me tiene y los demás no!». Esa inquietud era la que la movía a entregarse y dar a conocer a Dios.

Luego de esta llamada a la fe cristiana-católica, comienza a nacer misteriosamente en el corazón de Glenda un interés por la vida religiosa. Miraba a las monjas y pensaba: ¡qué fantástico debe ser vivir sólo para Dios! Un día siguió, sin ser vista, a una religiosa y hasta se atrevió a tocarle el borde de su hábito, «quería saber cómo era».
Un domingo, leyendo la hoja dominical que se reparte en la Iglesia, nota varias direcciones de comunidades religiosas. Les escribe y pronto recibe respuesta de varios institutos y órdenes religiosas.
Pero fue otra vez a través de la música que el Señor encamina su vida. En un festival religioso donde Glenda fue invitada a cantar, conoce a las hermanas de la Consolación. Pronto Glenda les cuenta: «hermanas, al ver un pobre, yo veo a Cristo, ¿qué me está pasando?» (Glenda temía aún hablar de "vocación"… ¡si su novio lo supiera!).
Las hermanas la invitan a visitar con ellas las comunidades del campo, a participar de las catequesis con jóvenes. «A lo mejor —le dijeron— Dios te está llamando». Cuando se lo cuenta a su novio, éste directamente le dijo: «Glenda, ¿no será que quieres ser monja?»

En 1988 Glenda da el paso definitivo, con mucho dolor en su corazón Deja a su novio y entra en las Hermanas de la Consolación. «Eso es lo que siempre he hecho en mi vida —dice Glenda—: consolar, y eso es lo que quiero seguir haciendo».

Hace su postulantado y noviciado en Chile durante tres años. Estudia 2 años de filosofía en Buenos Aires y trabaja por dos años con jóvenes dando clases en Tucumán, en el interior de Argentina. Hace sus votos perpetuos en Tortosa, España, la casa madre de las Hnas. de Ntra. Sra. de la Consolación, y estudia 3 años teología en Roma. Trabajó dando clases en Zaragoza y actualmente estudia Psicología en Salamanca, donde también colabora en la pastoral juvenil universitaria.

Verdad! Ques es tremenda mujer, tan pequeña pero de voz tan sutil. Esta mujer me eleva al cielo, y me pone en los brazos de mi Dios.

Esta es la segunda vez que vengo y siento tristeza porque no la podré ir a ver tampoco, pero por otro lado mi alma se alegra porque sé que con su dulce voz ella tocará las almas de muchas personas necesitadas que si podrán asistir.


Porque tengo miedo, si nada es imposible para tí; Tu conoces mi canto; Pide y se te dará; Oráculo del señor, entre tantas canciones que se han calado en mi alma, y que me hacen recordar los momentos más duros de mi vida y a la vez más bellos en los que mi Dios comenzó a moldearme como el barro.


Nada me podrá separar de tí Oh mi Dios!! Cuanto amor me has demostrado a travez de sus oraciones hechas canción, pués cuando la esucho cantar es como si tu me hablaras a mí, y cúan cerca me siento yo de tí mi Dios.

Espero en mi Dios que cuando vuelva podamos asistir! Y eso será inolvidable!


Dichoso aquel que pueda disfrutar de tal momento de bendición, mientras sé que mi amado esposo y yo esperaremos una vez más.

Cuan adictivo es tu amor


Cuan adictivo es tu amor señor.
Mientras más te conozco mas a tu lado quiero estar,
mientras más me amas, mas te amo, mas necesito de tu amor.

Cuan adictivo es tu amor señor.
Después que te conocí no puedo vivir sin tí,
cada día quiero más,
quisiera besarte y abrazarte en cada instante.

Cuan adictivo es tu amor señor,
mi vida en tus manos tienes,
soy el barro que moldeas cada día.
Haz conmigo lo que quieras,
llévame no importa a donde me quieras llevar,
sólo manténme a tu lado señor Jesús.

Cuan adictivo es tu amor señor,
cuan adictivo es amarte, a la vez hasta obsesionante,
te pienso en cada instante, te siento y vivo en cada momento,
hasta me río sola solo de sentirte,
soy como una niña enamorada señor,
pués conocerte ha sido el mejor regalo,
pero amarte, y poder sentirte...no tiene precio!!