Mi gran amigo Pablito!

Tu fuerza llega a mi cual viento torrente que recorre el mar.
Tu voz como un susurro alimenta esa esperanza que se quiere ocultar.
Admiro esa voluntad que te hace gritar aunque te sientas mal,
pues tu energía es abnegable amigo mío.... nada te hace callar!
Dios nunca se equivoca, pués en tí ha plasmado un ser muy especial!
Que feliz y bendecida me siento, aún mas, al saber que en la distancia
Tu luz brillas mas!
Es tan grande ese resplendor que llega a mí, suave como la luz de la luna
y al oído me susurra, amiga levántate no temas ya!
Sé fuerte, no te caigas, no mires hacia atrás, mira hacia delante con la cabeza ergida,
sigue y no te detengas,
pues muchos viven de la luz que irradias,
y son muchos que esperan verte brillar para sus fuerzas recargar.
Dibújame una sonrisa que no se borre jamás,
Pués yo aquí solo en la distancia, la espero día a día, para poder llegar,
a realizar ese sueño al que tengo que llegar.
Y yo amigo mío...te admiro cada día mas! Y pido a Dios te dé fuerzas para que lo puedas lograr.
Porque tú amigo mío me supiste levantar cuando en un momento triste fuerzas no tenía ya!
No te imaginas la alegría que siento, cuando tu voz puedo escuchar,
aún en esa distancia que dividirnos no podrá.
Porque aunque tu rostro nunca he visto, tu voz mis sentidos si conocen ya!
Y al escucharte me pongo tan alegre, nunca te lo imaginarás.
Sé que pronto...muy pronto, te podré ver yo, ten por seguro que en ese momento,
mil abrazos pocos serán,
te regalaré esa sonrisa que me pediste un día, y será tan eterna, ya lo verás.
Dios mio gracias por tan hermoso regalo! Y más aún a tí Pablito Gracias por escuchar ese llamado que Dios te hizo, adelánte! Llámala sé su amigo!
Te quiero...Gracias por existir!