Martha

Martha, nombre de origen arameo, significa la reina del hogar.

Este hermoso nombre lo lleva una mujer que hoy está atada a la voluntad de Dios, en una cama, esperando su llamado.

Mientras tanto, duele verla así luchando por respirar, con temor de ahogarse en medio de un intento por llenar sus pulmones de aire.

Martha es hermana de un maravilloso hombre a quien quiero, Daniel, esposo de alguién a quien amo mucho mí querida Ramona, hace un tiempo hablé de ellos. Tenía muchos domingos por ir a visitarla, este domingo pasado la visita no se hizo esperar más, fui a visitarla. Mi vida se ha quedado impregnada de su aliento, no he parado de pensar en ella.

Martha tiene cáncer, el cual ha hecho metastas en todo su cuerpo, siempre fue delgada, y a la verdad que a no ser por la curvatura de su espalda y su desesperación al respirar, diría que la encontré igual de hermosa, con unas manos y unos pies hermosos, su piel suave como la seda.

Martha tiene un hijo de 10 años, de ojos hermosos, a quien la vida le está dando una de las lecciones más fuertes, pero sé que con esto crecerá más espiritualmente. Sé que dentro de su corazoncito callado existen muchas interrogantes, que aún disimulándolo pude percibir, no quiere recibir pena, quiere que lo miren como lo que desde ahora es un niño valiente.

Siento que las enfermedades más tristes y devastadoras son: El sida; El cáncer; La diabetes. Me ha tocado vivir de muy cerca la segunda y la tercera. En ambos casos al estar cerca de ellos, me he sentido más cerca de Dios.

Mientras estaba enferma recuerdo que un día le pedí al Padre Vladimir que orara por mí, a lo que él me respondió: Ora tú por nosotros que estás más cerca de Dios. Y terminé de comprender que Dios tan solo estaba purificando mi alma para cuando nos encontremos. Estas palabras se las repetí a Martha mientras conversábamos.

A veces decimos sé lo que siente sin haberlo percibido, pero en mi caso no, yo sé lo que es no poder respirar, sentir que te falta el aire, que te quedas sin aliento, que apenas puedes hablar ni comer, porque el mínimo esfuerzo es horrible, lo viví cuando tuve Hipertensión Pulmonar Primaria de la cual por alguna razón Dios me salvó, sé que le debo mucho y que es mucho lo que tengo que trabajar para él.

Pero por alguna razón Dios está acercando cada día más a Martha a sus brazos. Hoy quiero pedirles que oren por Martha, no necesitan ver su foto, sólo imagínense a una mujer joven y hermosa, con las manos y los pies de seda, y una voz sutil y angelical. Oren por ella, por sanación, ya sea sanación corporal o espiritual, o más bien oremos para que Dios haga su santa voluntad y de paz a su alma, a todos las personas que estamos muy de cerca, en especial por su madre Dña. Dinorah, por Osnar su niño bello, y por mis amados Ramona y Daniel quienes no la dejan sola ni un momento.

Oren con el corazón en sus manos, pues es una madre que lucha entre suspiros por estar cada día más tan solo un poco más con su pequeño hijo.

Que Dios les bendiga.


4 comentarios:

Rosanna Carrasco dijo...

Qué dolorosa historia! Pero Dios, que obra de formas misteriosas, a veces utiliza la enfermedad o la pérdida para acercarnos más a la verdad, a El... Aunque no nos parezca bueno.

Joan Guerrero dijo...

Con escritos como este, tu le das vida a Martha

Ginnette dijo...

Voy a orar por ella. Envia abrazos a Daniel y Ramona!

Principemestizo dijo...

muy tristre la verdad, orare por ellas