Divina conexión de amor


Como suave caricia en medio de la noche,
así irrumpes el silencio de mis sueños
con tu suave voz,
exigiendo que te tome en mis brazos,
te alimente y te arrulle de amor.


Caricias de seda siente mi rostro,
cuando acerco tu carita a la mía.


Mi cuerpo te conoce cuando estás cerca.
Mi cuerpo va en tu auxilio cuando me necesitas.
Es la más hermosa conexión de amor que puede existir,
tu te formaste silenciosamente en mi vientre.

Tomáste de mi cuanto necesitaste,
para ser el ángel que eres,
llena de amor, rozagante de ternura.

Tomáste todo cuanto necesitaste de mí,
para devolvérmelo con tu sonrisa.


Llevo tan presente ese primer grito de vida,
aquella vez que tus pulmones se llenarón de aliento,
esa primera lágrima que dibujó mi rostro al escucharte,
aquel mágico momento
en que mis labios rozarón tus mejillas
y tu voz se calmó
en medio del llanto cuando escuchaste mi voz,
esa inexplicable paz que sintió mi alma
cuando te tuve en mis brazos,
ese inolvidable momento
en que por primera vez te alimenté,
era como dar de comer a un ser celestial,
y pensar que eso eres,
un hermoso ángel enviado por Dios.


Desde ese hermoso día
ya no ha habido más silencios
ni sueños ininterrumpidos,
pero han surgido muchos momentos maravillosos,
dignos de un cuento de reyes,
donde tu mi pequeña Sarah eres la protagonista.

2 comentarios:

Carolin Guzmán dijo...

Que hermosa conexión de amor, estoy segura que Sarah también lo siente así.

Un abrazo.

Medea dijo...

Dios la bendiga!!! es una belleza!!!!