Pasión dormida

Ansiosa esperaba ella ese momento mágico,
en el que volvieran a encontrarse una vez
mas sus miradas y sus cuerpos,
para volver a sentir su alma junto a la de su amado,
su respiración y su corazón latir,
mientras disfrutaría del vibrar y susurrar de su cuerpo,
por haber transcurrido tanto el tiempo sin tocarla,
como el de aquella vez.

Para al final haber deseado,
mejor no haber encontrado ni su cuerpo ni su mirada,
por el gran vacio que sintió después,
al darse cuenta de que él no pudo esperar
de la misma manera,
ese gran encuentro,
que debería haber sucedido igual que aquella vez.

Se quedó en silencio su alma y su corazón,
con deseos de no creer, con deseos de no sentir,
esperándo que un perdóname sin excusas,
salieran de sus dulces labios,
para ver si de esa manera,
pudiera revivir una vez mas,
esa pasión dormida,
llena de dudas que en su corazón quedó.