Abril y yo....Inicio de una vida llena de magia y amor

Así fué como pasó!

Con el tiempo se tornó una relación hermosa. Mis padres estaban muy felices con él. De repente mis hijos comenzaron a llamarle papi, vaya!

El 4 de febrero del 2003, se convertiría en un día inolvidable, a pesar de que era nuestro aniversario. Me invitó a cenar, en un hermoso lugar que yo deseaba visitar, cenamos, una suave música envolvió el lugar, una cena delicada y exquisita acompañada de un suave y rico vino. Ya lo notaba extraño sin saber porque, aunque algo sabía que estaba tramando, nada raro en él, pués siempre me sorpendía en medio de la calle, donde habían muchas personas, cantandome o expresando ese gran amor que sentía por mí. Me hacía sentir como una reina, cosa que no cambiarían con el pasar de los años.

Cuando de repente se paró de la mesa, era el momento del postre, a lo que él muy apurado, estaba ansioso por saber que pediría yo, pués de ello dependía mucho la travesura planeada.

Después de cambiar de idea, me decidí por un rico helado de vainilla francés (mi favorito), disfrutaba mi helado de lo más normal, hasta que los ojos me brillaron por las lágrimas que estaban a punto de salir, dentro del helado estaba un hermoso anillo, el cual pude disfrutar su sabor, todo estaba planeado, cuando de repente casi sin darme cuenta, ahí estaba él arrodillado en pleno restaruant, pidiendome matrimonio. Tantas emociones se apoderarón de mí, mientras los demás observaban, quizás diciendose: Caramba! Ya estas cosas no se ven! Y es así permitanme decirle hombres como él ya no se ven.

Llena de emociones acepté, no podía creer lo que estaba viviendo en ese mágico momento.

Cuando le contamos a los niños estaban emocionados, felices, no podían creer que tendrían para ellos su propio hogar. A todos ellos le decían nos vamos a casar, y los demás se reían, y fijense que no era mentira. Nos ibamos a casar los cuatro.

Pusimos fecha para casarnos, la cual tuvimos que cambiar. Hasta que la definitiva llegó 4 de octubre del 2003, día de San Francisco de Asis un día doble de importancia para nosotros.

Comenzamos los preparativos de la boda, se acercaban los meses, conseguimos nueva casa, cerca del colegio en el que queríamos que los niños estudiaran. Definitivamente todo era obra de Dios, tanta maravilla. No podíamos creer que todo eso estuviera sucediendo.

Teníamos todo lo de la boda listo, el vestido, el club, la iglesia (la hermosa capilla de San Gerónimo de los Dominicos). Me había empeñado en decorar todo yo, era un sueño que quería recordar con lujos de detalles. Que hermoso quedó todo!

Algo que nunca olvidaré fué ese regalo que me dió mi niña, que de por sí se reía poco, desde inicio de la mañana no paraba de reir, y yo con temor decía que se iba a dormir temprano por el cansancio, y no fué así, hasta el último momento, no paraba de reir, estaba feliz, y mi niño que decir, no cabía mas alegría de la habitual en él.

Ya nervioso el esperaba, en la iglesia, mi suegro estaba más impaciente que Guillermo, cuando llegué, había hecho algunos cambios en mi esa tarde. No sólo me estaba recibiendo vestida de novia, sino con una apariencia distinta, me había cambiado el color de pelo, a mi color natural. El no lo esperaba, al verme, se quedó asombrado frente al altar, no salía de su asombro, y me repetía una y otra vez lo bella que me veía, que era su reina.

Sentados los cuatro frente al altar, inició la ceremonia de bendición, una hermosa homilia, el sacerdote hizo una hermosa anécdota sacada de nuestras reuniones con él, de su impresión y de lo que él veía en nosotros, y habló de la impresión que se llevó al recibir la invitación, hizo un análisis detallado de la misma, algo que no esperábamos, y con esta bella acción, me hizo llorar de emoción. El Espiritu Santo se derramó en esa pequeña capilla de , todos los presentes lloraron, y mi suegro que decir, lloró.

Cada momento de la ceremonia se tornó mágico. Ya finalizada estábamos felices, apacionados, inundados del amor de Dios, habíamos comprendido el porque de esa unión, que todo se dió para que fuera hermoso e inolvidable.

Ya en la recepción, me cantó, fué tan hermoso. Recuerdo como nos movíamos de un lado a otro, disfrutamos por completo nuestra fiesta, creo que nos sentamos muy poco en realidad. Bailamos, me sentía tan bella, tan amada.

Nos fuímos de luna de miel, a Bávaro, fué espectacular, él y yo sólos, esposos, por fín.

Recuerdo que la primera noche que dormimos en casa, mis hijos no lo creían, ansiosos preguntarón que si realmente se iba a quedar, para no irse más. Para sorpresa nuestra a la mañana siguiente, abrieron la puerta de la habitación queriendo percatarse de que lo prometido era verdad, al vernos acostados, se lanzaron en la cama llenos de emoción! Ya tenían papá de nuevo y no cualquier papá.

Sin saber que algo entristecería aunque por poco tiempo, pero profundamente nuestras vidas. Ya solo faltan dos días para actualizar esta bella historia al dia de mi cumpleaños. No se la pierdan!!