Abril y yo, una ventana nueva..la cual abrí....

La historia continúa....

Ya casi terminando el colegio, amaba las matemáticas y la física, más bien no quería ni saber de la química, el profesor que daba esta matería era de hablar pausado, despeinado con lentes, chiquito y se la pasaba dando paseitos que me ponían inquieta. Ah! Y el francés nunca me gustó! Porque? No sé....Pero entre una y otra recuerdo que el profesor terminó renunciando, pués me sentaba siempre en la fila delantera del salón, nuestro uniforme era de vestido y no eran tan largos a pesar de que el colegio era de monjas, este profesor no paraba de verme las piernas, cosa que me molestaba, un día me atreví a preguntar en plena clases que porque me miraba tanto las piernas? Este salió avergonzado, escurridito hasta la dirección, esta fué la última vez que lo vimos.

Antes de este episodio, recuerdo que teniamos un profesor de matemáticas, el cual hablaba rápido, nunca lo entendíamos y cuando le preguntabamos sobre algo se molestaba. Te nía un carrito cepillo amarillo, el cual parqueaba frente al colegio; Tenía el tapón de la gasolina dañado, se nos ocurrió un día echarle arenilla, y para que fué eso, el pobre sólo se llegó a mover con una grúa. No se hizo esperar el castigo, pués de una vez las monjas se dieron cuenta, pasamos un mes completo barriendo los dos patios del colegio después de clases. Sólo de recordarlo...con el hambre ciega que terminamos, y para colmo, teníamos que irnos sólos a casa, pués ese era parte del castigo.

Me enamoré, mi primera vez. HB3 (al cubo) como le decía. Era un chico pecoso, de tez blanca, alto, fuerte, pelo castaño cobrizo, era bello. Fué un amor hermoso, mútuo. Lamentablemente se fué del país, situación que me hizo sufrir por primera vez por tan bello sentimiento. Sin saber que como si nada años más tarde volvería a aparecer.

Terminé el colegio, de ahí a la universidad. Mi primer trabajo, una Asociación Popular. Allí comenzó el cambio de mi vida, esta que no sería jamás la misma, que llenaría mis vidas de alegrías pero mas de tristeza y dolor.

Fué en esa sucursal que le conocí. Llegó con unos pantalones blancos y camisa rosada, todo él, caminando impetuoso, con un cigarrillo en las manos. Cuando lo ví, me reí, me dije que ridículo este, con pantalón blanco y pantalonsillos amarillos, pués el pantalón era medio transparente, luego me dije se cree la última coca cola del desierto, y me reí.

El era Encargado de Préstamos en ese entónces, me tocó aprender mucho de él. Y fué así como comenzó su plan de conquista. Fué así como un chico apuesto, de dinero, conquistó el corazón de esta chica ambiciosa y a la vez humilde, que deseaba crecer y conocer más allá de lo que hasta ese entónces había visto.

Comenzamos a salir, todo se tornó interesante. Su habitat, su sonrisa, sus chistes y ocurrencias. No me gustaba como bailaba, para nada y me molestaba el olor del cigarrillo cuando feliz lo fumaba sin saber que este iba a ser causa del dolor que le tocaría vivir años mas tardes.

Nuestro primer beso, aún lo recuerdo. Tambien viene a mi los recuerdos de cuando ví por primera vez a su madre, imponente, creía que tenía todo bajo el control, pensaba que había críado palomas cuando en realidad eran buitres. Ella quedó sóla muy jóven con 4 hijos que mantener. De todos él era diabético, heredado por sus padres. Todo tenía sentido hasta que por primera vez ví ante mis ojos lo que significaba una hipoglicemia, realmente fué traumatizante, y me preguntaba como iba a poder vivir con esto, pero la parte humana mía salió, y me dije..bueno podrías de ser de mucha ayuda, podrías ayudar a que se estabilice. Error!! Al final de todo no sé si esto fué una bendición, o el inicio de muchas caídas dolorosas, el inicio de un viacrusis de dolor que todavía a esta altura de los años secuelas quedan.

(Decidí no poner su foto, pués solo tu mereces ese honor. Tam)

Continuará.....