Para mí...la mala suerte no existe!



Había un rey muy sabio, que tenía un caballo muy bello que él quería mucho. Un día este caballo, se escapó a las montañas. Todos los súbditos de la corte, vinieron rápidamente a querer consolar al rey y dijeron: "Que mala suerte, su majestad, que vuestro caballo preferido se escapó a las montañas".

El rey los miró y contesto: "No es mala suerte, todo es como debe ser"

El caballo, era muy brioso y se encontró en las montañas con una tropilla de cincuenta animales, yeguas y potros. Como tenía tan buen porte se hizo jefe de los animales. Un día decide volver al palacio, y junto con él volvieron cincuenta animales más.


El rey se encontró de pronto, con una cantidad de caballos muy importantes.

Todos los funcionarios del reino, fueron a querer compartir la alegría con el rey diciendo:

"Que buena suerte, rey querido; que vuestro caballo preferido se escapó y se encontró con tantos animales que trajo a vuestro palacio".

El rey los miró y comentó: "No es buena suerte, todo es como debe ser"

Su majestad, tenía un hijo, el príncipe, un joven muy buen jinete. La tropilla de caballos salvajes, había que amansarlos. El príncipe comenzó esa tarea. En una de las faenas se cayó de un animal y se quebró la pierna.

Al enterarse la corte del rey corrieron a comentar con su jefe:

"Que mala suerte, señor, que vuestro caballo preferido se ha escapado, ha vuelto con cincuenta animales salvajes, y el joven príncipe para domesticarlos, se ha caído y se quebró su pierna"

El rey respondió, con su gesto habitual:"No es mala suerte, todo es como debe ser".

Los jóvenes del reino, organizaron una partida de caza por los alrededores del palacio, el príncipe habitué de esas salidas, no pudo ir por estar quebrado. Los enemigos del rey, prepararon una emboscada y mataron a todos los jóvenes de la partida. El hijo del monarca se salvó por no poder ir.

Al enterarse los consejeros del reino fueron a ver al rey y dijeron:

"Que buena suerte, señor, que vuestro caballo preferido se ha escapado, ha vuelto con cincuenta animales salvajes, y el joven príncipe para domesticarlos, se ha caído y se quebró su pierna, de esa manera no pudo ir a la cacería y salvó su vida"

El rey como era sabio siguió contestando: "No es buena suerte, todo es como debe ser"

Puedo confesar que en ocasiones es difícil entender esto, inclusive a mí, especialmente en estos momentos, pero de que es cierto, lo es!
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2 comentarios:

Chef Pablito dijo...

Ufffffff! ...que duro pega esta historia. Ni una recta de Pedro Martinez --en sus mejore tiempos--

Muchachita, fue un placer encontrarme con este trozo de sabiduria. Eres genial.

Te lo quiero dedicar a TI MISMA. Si? ...pero no te me moleste, por ello.

Te quiero mucho!!

In dijo...

Dime amigo del alma porque he de enojarme yo, soy de poco enojo, y mucho menos contigo.

Te quiero inmensamente,